Estas palabras de Jesús han calado en la dirección de una empresa que – de modo anónimo – nos ha hecho entrega de de cinco pales repletos de juguetes para los niños de la parroquia
Emociona pensar en la sonrisa que se dibujará en el rostro de un montón de chavales gracias a esta solidaria gestión parroquial. La persona que juega a gusto en su infancia desarrollará una serie de habilidades que le permitirán alguna que otra ventaja en la vida: equilibrio emocional; habilidades sociales y cognitivas; concentración; descanso; paz…
A veces no es posible remediar las situaciones que atraviesan los más pequeños. Pero hay q reconocer que si perciben un mínimo de cariño la esperanza les abrirá caminos. Y la parroquia de sta Cruz habrá contribuido con su granito de arena. Tratamos de conseguir alimentos, ropa de abrigo para los tiempos gélidos, datos de empleo que dignifiquen a las personas… Pero que puedan jugar forma parte de un sueño muy especial. Tal vez puedan imaginar un mundo distinto con estos juguetes. Tal vez les quede grabado para siempre un gesto tan pequeño y les provoque optimismo y confianza en la humanidad.
Aunque estas palabras tienen algo de poesía y romanticismo, no bu hubiesen sido posibles sin un tente, un parchís, un patinete, unos cochecitos, muñecas o esos «tamagochis» que hay ahora… Gracias a todos esos discípulos de Peter Pan que dentro y fuera de la parroquia trabajan para llenar de ilusión tantas casas y a tantos niños