Como cada jueves tras la misa de 19:00 hh. expondremos al Señor en la custodia para hacer un rato de oración pidiendo por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
La Eucaristía es el Banquete del Señor.
Que la Eucaristía sea un banquete no es difícil de comprender. Los mismos elementos de la celebración nos hablan explícitamente de ello: la mesa, la comida, la bebida, el entorno familiar; todos estos elementos hacen referencia a un banquete.
El primer banquete que el Señor compartió con sus apóstoles fue en la Última Cena, antes de iniciar el camino de su Pasión. Desde entonces cada celebración eucarística es el mismo banquete que celebró Jesús con sus discípulos, y al mismo tiempo la anticipación del banquete que el Señor celebrará con los redimidos al final de los tiempos (cf. CEC 1329).
Como ya hemos señalado en los pasados jueves, el alimento que compartimos en la Eucaristía es la misma carne y sangre de nuestro Señor Jesucristo, es el mismo Dios que se hace comida para sus hijos. El mismo Jesús nos lo afirma: “el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo… En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tienen vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día” (Jn 6, 51. 53-54).
Por eso, cada vez que recibimos el banquete del Señor, cada vez que comemos el pan de la Eucaristía, debemos ser conscientes de que es al mismo Señor a quien hemos comido, es el mismo Dios quien ha entrado en nosotros. En la medida en que seamos conscientes de esto, en esa misma medida de nuestros corazones saldrá un espíritu de agradecimiento que se transformará en un diálogo personal e íntimo con nuestro Señor, se transformará en un encuentro de adoración al Señor.
Este encuentro de adoración sacramental al Señor se prolonga cada vez que nos acercamos a una Iglesia o capilla para rezar ante el sagrario, y de una manera especial esta prolongación se da cada vez que la Iglesia nos convoca, como comunidad parroquial, para adorar al Señor presente en la Eucaristía.
Por ello, atendiendo a la llamada que la Iglesia hace a todos los cristianos del mundo entero, nos reunimos hoy jueves para vivir personalmente este encuentro de adoración a Jesús eucaristía.
¡Gracias Señor Jesús por alimentarnos con tu cuerpo y tu sangre!
Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Día: Jueves 27 de septiembre
Hora: 19:30