Guanare es considerada la Capital Espiritual de Venezuela, porque allí, hace 364 años, llegó la imagen de una mujer que luego se convertiría en la patrona nacional. Tierra fértil y religiosa, recibe a cientos de feligreses que celebran la aparición de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela. Pero su devoción es universal y ha cruzado los océanos y se ha extendido por todo el mundo.
El domingo 30 de septiembre a las 11:30 de la mañana y presidida por nuestro párroco se celebró en nuestra parroquia una eucaristía en su honor a la qué asistieron más de seiscientas personas
Esta fiesta ha ido a más desde que hace años años trasladásemos su imagen al templo para la veneración de los fieles. Siempre aparece adornada con centros de flores que anónimamente ofrecen sus devotos.
Toda la comunidad acude con confianza de hijos a los pies de María cada último domingo de septiembre, día en que celebramos en la parroquia su fiesta a pedirle, darle gracias o presentar sus ofrendas.
Para los venezolanos de la “diáspora” podíamos afirmar que se convierte en un día de reivindicación nacional, de orgullo de sus raíces pero también de gran nostalgia por no estar en su patria. En la puerta de la Iglesia, conscientes de las carencias y sufrimientos de su pueblo, se organizó una recogida de medicamentos y todo tipo de insumos médicos para ser enviados a través de las Caritas de su país.
Este año, al comienzo de la Santa Misa la imagen fue portada en procesión desde la Capilla que la guarda todo el año hasta el altar. Como cada domingo los fieles se encargaron de las moniciones, la liturgia de la Palabra, la procesión de ofrendas y la acción de gracias pero en esta ocasión han “cedido” el puesto a nuestros hermanos venezolanos. Estos abarrotaban el templo con sus banderas, lágrimas de emoción pero, sobre todo, con su Fe.
Al término de la celebración se celebró un “recital” de cantos populares en el que todos participaron dando, si cabe, un mayor carácter festivo a este encuentro.