Cada día en la parroquia se desarrollan diversas actividades: unas formativas, otras de ocio y tiempo libre, otras litúrgicas o de oración. En la tarde de ayer -como en muchas otras- hemos tenido triplete:
Por un lado los participantes en la Cerveza Mística reflexionaron sobre la necesidad de la oración para la vida de un cristiano (vocal, mental, de alabanza o petición, personal o comunitaria…) y como es habitual, al término compartieron opiniones y cerveza.
Por otro lado, los jóvenes y algunos sacerdotes trabajaron en la preparación de la próxima Vigilia de la Inmaculada, diseñando un logo para el encuentro y repartiendo tareas: orden, talleres, liturgia, etc…
El grupo de jóvenes han comenzado su “misión” en la Iglesia con intensidad y ya han asumido varías con niños y mayores. Confiamos en que pronto se les unan más y sean – ya lo son- el futuro de la parroquia.
Y, como no hay dos sin tres, también otro grupo está preparando una “sorpresa” que pronto lucirá en la Iglesia nueva y que confiemos ayude no solo a embellecer el templo si no como resulte una catequesis para la comunidad.