Aunque la locución Latina “Ora et labora” expresa la vocación y la vida monástica benedictina de alabanza a Dios junto con el trabajo manual diario, es una realidad en todas las comunidades de vida contemplativa.
La oración es el núcleo de su vida consagrada, su vida contemplativa, y es el modo de cultivar la experiencia de amor que sostiene nuestra fe les ha recordado recientemente el Papa Francisco a las Carmelitas. A ellas les pedimos que encomienden las intenciones de la parroquia: Las vocaciones, los Enfermos, los planes pastorales que desarrollamos cada curso.
Otro pilar importante en la vida del Carmelo es el trabajo. No es todas juntas, se trabaja sola, cada una en su celda. El trabajo es sencillo, cosas manuales, repostería, bordados . Se trabaja con las manos, se hacen rosarios, objetos religiosos, cuadros… También elaboran las obleas que consagramos en las misas de nuestra parroquia.
Esta semana hemos realizado en la entrada del templo una pequeña exposición/venta de estos trabajos que con tanto cariño realizan: Niños Jesus, bendiciones, pastas, vestidos para recién nacidos recién y muchas más labores.
Todas ellas se han vendido a módico precio para recaudar algunos fondos para ellas y las diferentes labores que atienden. Dado el éxito alcanzado han prometido volver el próximo mes de diciembre con nuevos trabajos que sin duda pueden ser un buen regalo de Navidad,