Con enorme tristeza hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de Sor Maria Luisa de la comunidad de las Hermanas Mercedarias de la Caridad en Santa Cruz.
La religiosos fallecía a punto de cumplir 98 años en la misma comunidad parroquial a la que entregó su vida y su vocación con los más necesitados durante la mitad de su vida.
Había llegado a Santa Cruz en 1973 y desde el primer día destacó por su trabajo abnegado en el Colegio Apóstol Santiago (hoy Lar a Mercé) en una labor en favor de los niños de familias desfavorecidas fundadas por nuestro recordado párroco D. Manuel García Calviño.
Si el sacerdote era el fundador del Colegio, Sor Maria Luisa era el alma del mismo pues junto a un puñado de hermanas atendían el internado que acogía a casi 400 muchachos de toda la provincia. Comida, ropero, cuidado del centro pero sobre todo la atención de los niños llenaba su jornada.
Pero nuestra hermana María Luisa era mujer de parroquia y un alma apostólica. Todos en el pueblo la recuerdan impartiendo catequesis en La Capilla de Montrove y la parroquia de Liáns; el cuidado y ornato de los templos al que tantos años dedicó; la atención sanitaria a tantos vecinos por su condición de enfermera en unos tiempos en que la sanidad recorría los hogares de la parroquia ejerciendo de “practicante”.
Siempre que hablaba no dudaba en proclamar que ansiaba irse junto a Dios, pero no con resignación o impotencia sino con la alegría de encontrarse con aquel a quien se había consagrado. En la mañana de su muerte, consciente de su partida, anunció a sus hermanas: “Ya llegó el momento”.
Hoy, en el día en que todos celebraremos la fiesta de la Nochebuena, sin duda ella celebrará la auténtica Navidad, encontrándose cara a cara, como aquellos pastores en el Portal de Belén como una humilde sierva ante su Señor.
Descanse en Paz