El 30 de diciembre celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. El misterio de la Navidad nos sitúa ante el portal de Belén, contemplando a Dios hecho carne. Es un acontecimiento que nos invita a acoger a la Palabra que acampa entre nosotros, de abrir el corazón a Dios encarnado en la fragilidad y ternura de un niño. Es una invitación a la acogida llena de afecto y agradecimiento.
El pasado domingo en todas las misas hemos hecho entrega de un folleto para que en cada hogar, estos días de Navidad, las familias puedan orar juntas y contemplar la razón de a estas fiestas que no es otra que el nacimiento del Salvador. Invitamos a que en todos los hogares las familias dediquen algunos rato de oración contemplándonos los Belenes, cantar villancicos y enseñar a los pequeños de la casa la grandeza del Misterio.
En esa misma línea -vivir en familia estas fiestas- la misa del próximo domingo estará dedicada a las familias de la parroquia y en ella se impartirá una especial bendición para todas ellas.
La Iglesia, en su actuación pastoral, ha tenido siempre en gran aprecio la comunidad de vida y de amor conyugal, fundada por el Creador e instituida por Cristo, el Señor, como un sacramento del nuevo Testamento, así como un estado y orden de vida, a semejanza de su misteriosa y fecunda unión con la Iglesia. De esta comunidad procede la familia, en la cual los esposos tienen su propia gracia y vocación en el pueblo de Dios, a fin de que sean cooperadores de la gracia y testigos de la fe y del amor de Cristo para sí mismos, para sus hijos y para los demás familiares. Por esto la familia cristiana, como una Iglesia doméstica, cumpliendo la misión recibida de Dios y ejerciendo su apostolado, está obligada a proclamar muy alto ante los hombres las virtudes del reino de Dios en el mundo y la esperanza de una vida feliz.
Para que los esposos y demás miembros de la familia fueran cada vez más aptos para asumir y realizar más plenamente su propia misión, la Iglesia instituyó también la ayuda de algunos sacramentales con los que la vida familiar, en determinadas circunstancias, fuera enriquecida con la proclamación de la palabra de Dios y una peculiar bendición
Día: Domingo 30 de diciembre
Lugar. Iglesia nueva de Santa Cruz
Hora 11:30 hh.