El día de Navidad el Niño-Dios ha venido cargado de regalos para la parroquia. Celebramos el nacimiento del Enmanuel -el “Dios con nosotros”- y todos esos regalos son para hacer presente, custodiar y exponer al Dios Eucaristía. Se trata de una custodia, un cáliz y un copón que gracias, a la generosidad de una familia, vienen a cubrir una carencia que teníamos en la parroquia:

La Custodia es una pieza de plata del siglo XX, mide casi 60 centímetros de altura y 30 centímetros de ancho y su base está exornada por elementos eucarísticos, mientras que el tronco se conforma de un ángel de cuya testa surgen ramas de trigo, donde nace el sol, en cuyo centro se encuentra el viril en el que se cobija el Santísimo Sacramento. Finalmente, la Cruz de Cristo, entre los rayos que surgen del viril, centra la parte superior de una pieza que viene a acabar con una carencia que tenía la parroquia hasta la fecha.
El segundo presente que hemos recibido es un Copón de plata, de del s. XVII de estilo barroco, con basamento elevado de perfil cónico, nudo arcaizante semiovoide con toro de coronamiento y rica ornamentación de cardina de factura muy plana y repujado de temas florales. Se trata de una pieza de gran envergadura y amplia copa
El tercer regalo es un Cáliz de plata, también del s. XVII, de unos 30 cms. y de estilo barroco. Con estructura de nudo periforme y amplia subcopa con pequeña crestería de coronamiento. Es una de bea muy labrada con motivos florales y los instrumentos de la Pasión ( columna de la flagelación, clavos, dados con los que se sorteó el manto del Señor, etc..).En la base tiene una inscripción repujada con las iniciales IHS y el remache en forma de rosa.
Agradecemos de corazón la generosidad y sensibilidad de la familia que nos lo ha donado pues han recuperado el uso de estos vasos sagrados hechos para el Señor y que vuelven para ser usados en el culto.
Como bien sabéis la parroquia tiene “falta” de muchas cosas y donaciones como la de ayer contribuyen a ir tachando de la “lista de carencias” algunas de ellas.
Muchísimas gracias y que Dios les premie su bondad.