Los reyes Magos nos han traído un regalo a todos los feligreses. Se trata de un frontal de brocado dorado para decorar el altar donde habitualmente se colocan las imágenes de los Santos el día de su fiesta o el altar del Monumento de Semana Santa.
No se sabe con exactitud cuándo comenzaron las ofrendas las iglesias para su ornato por agradecimiento a la Virgen o los santos pero estamos seguros de que esta primera ofrenda es tan antigua como el propio culto a la Virgen y Los Santos.
En el catálogo de ofrendas que los fieles hacen a sus parroquias hay de todo: desde vestidos de novia hasta mantelerías y toallas pasando por joyas y piezas de orfebrería, quizá las donaciones más ‘populares’, por su valor pecuniario, aunque este no es el criterio adecuado para valorar una ofrenda: “El valor de cada pieza lo da la razón por la que se ofrece”.
Esta tradición ancestral sobrevive en el corazón de los fieles a los momentos de dificultades económicas adaptándose a los nuevos tiempos por eso siempre es de agradecer todos los detalles que a lo largo de estos años hemos recibido en la parroquia.
Como bien saben los feligreses nuestra primera preocupación es ayudar a aquellos que están pasando por dificultades personales, económicas, etc… pero sin descuidar a Dios por cuyo Amor las hacemos