10. ¿Quién ha creado todo?
Desde los inicios de la existencia del ser humano se ha intentado responder a esta pregunta. En las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos mitos referentes a los orígenes.
Agunos filósofos han dicho que todo es Dios, que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios (panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de Dios, que brota de esta fuente y retorna a ella ; otros han afirmado incluso la existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo), etc.
Es claro que la verdad sobre el autor de la creación es muy importante para el ser humano. Y el primero que sabe esto es el mismo Autor. Por eso Él mismo se ha querido revelar igualmente desde los inicios. En efecto, Dios reveló progresivamente a Israel el misterio de la creación: el que eligió a los patriarcas, el que hizo salir a Israel de Egipto y que, al escoger a Israel, lo creó y formó (Is 43, 1), se revela como aquel a quien pertenece toda la creación, como el único Dios que ha creado los cielos y la tierra (Sal 115, 15; 124, 8; 134, 3).
“Vio Dios todas las cosas que había hecha y eran muy buenas” (Gen 1.31).