12. Si existe Dios ¿por qué permite el mal?
No se puede responder brevemente a esta pregunta. Sobre este tema se ha escrito una gran cantidad de libros, pues como lo señala el Catecismo, la respuesta a este interrogante lo constituye el conjunto de nuestra fe: “El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta (…). No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal” (Catecismo, 309).
Teniendo en cuanta esta complejidad, necesariamente, durante el recorrido de estas ideas breves iremos comentando algunos de los varios aspectos de este tema.
En esta ocasión, respondemos brevemente diciendo que Dios no es de ninguna manera, ni directa ni indirectamente, la causa del mal, ni lo quiere; y que si lo permite es solo porque, habiendo creado al ser humano libre, es el primero en respetar esta libertad. Es importante recordar que la libertad hace al ser humano responsable de sus actos; es decir, que el ser humano tiene la capacidad de elegir entre el bien y el mal pero que al final deberá responder ante el Creador de cada una de las elecciones que realice.
Finalizamos afirmando que “Dios en su providencia todopoderosa puede sacar un bien de las consecuencias de un mal (Catecismo, 312). Pues como afirma san Pablo “todo coopera al bien de los que aman a Dios” (Rm 8, 28).