La Cuaresma es el tiempo elegido por las hermanas Clarisas Capuchinas de Santa Cruz para realizar sus ejercicios espirituales.
Aunque de por si, toda su vida es silencio y oración en su consagración a Cristo, en los ejercicios profundizan en la llamada a la oración y a la conversión que nos hace la Iglesia como preparación para la Pascua.
Unos días al año, se apartan de los quehaceres diarios para dedicarse única y exclusivamente al Señor. Pero podríamos pensar… ¿unas monjas, que siempre viven retiradas y para el Señor, tienen que retirarse más aún?
En parte es cierto, la Iglesia les regala el don de poder estar siempre dedicadas al Señor.
En una ocasión una religiosa de clausura escribía que los ejercicios espirituales para nosotras se podría asemejar a esa recomendación que hacen todos los especialistas a los matrimonios: que al menos una vez al año se dediquen para estar solos, sin niños, sin trajbajo…para fortalecer y encender aún más la relación.
De la misma manera llegan a estos días de retiro, con el deseo de que Cristo tenga siempre enamorado su corazón.. Que el Señor se derrame con su Gracia, para que llenándolas de su Amor puedan seguir transmitiéndolo a todo el que entra en contacto con ellas.
Los Ejercicios han estado a cargo de nuestro párroco, don José Carlos Alonso que durante cinco días les ha predicado con un tema de fondo en todas las meditaciones: “Caminar con Jesucristo”.
Es bueno hacer notar alguna vez este tipo de actividades, ya que muchas veces no son noticia o pasan desapercibidas, porque se consideran algo normal y habitual. Pero no ha de ser solo para los religiosos o los sacerdotes. Los laicos también deberían encontrar un hueco para ello.
El Papa Francisco nos recuerda:
“El que vive los ejercicios espirituales con autenticidad, experimenta la atracción, la fascinación de Dios, y regresa renovado y transfigurado a la vida habitual, al ministerio, a las relaciones cotidianas, llevando consigo la fragancia de Cristo”.
“Los hombres y las mujeres de hoy necesitan encontrar a Dios y conocerlo “no de oídas”.