Hemos vuelto a celebrar la noticia más importante de toda la historia: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho carne, ha vencido a la muerte… ¡y podemos participar de su victoria!
La muerte ya no tiene poder sobre nosotros, nuestra vida -que aspira a algo más grande que “lo de aquí”- ya encuentra horizonte: Cristo nos ha abierto las puertas de la Eternidad, y todo tiene ahora otra medida y sentido. Ya no hay que buscar otra cosa que nos complete o haga felices, ya no hay que desear algo que nos plenifique, ya lo tenemos aquí, Cristo vencedor es nuestra “ayuda adecuada”, “carne de nuestra carne y hueso de nuestros huesos” (cf.Gén 2, 18. 23).
Y ahora, la Liturgia de la Iglesia nos invita a celebrarlo durante 50 días, a los que siguen algunas de las solemnidades más importantes del año:
• Del 21 al 28 de abril: Octava de Pascua (8 días que celebran uno solo: la Resurrección)
• 28 de abril: Domingo de la Divina Misericordia
• 28 de abril, 5,12,19 y 26 Mayo; 2 de junio: Domingos de Pascua
• 30 de mayo: Domingo de la Ascensión del Señor
•9 de junio: Domingo de Pentecostés (fin de la cincuentena pascual)
• 13 de junio: Jueves de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
• 16 de junio: Domingo de la Santísima Trinidad
• 20 de junio: Domingo del Corpus Christi
• 28 de junio: viernes del Sagrado Corazón de Jesús
¡Nos vemos en la Eucaristía!