Mayo es el mes de las flores, el mes dedicado a la Virgen María, y los niños del Catecismo no nos olvidamos de ella. Cuando queremos manifestar a alguien nuestro cariño, muchas veces, lo hacemos a través de las flores. Las flores, con su belleza y fragancia, quieren decir a la Virgen María que la queremos como Madre, como Reina de nuestros corazones. Ella es uno de los mayores regalos que nos ha dejado Jesucristo, el Señor, para ir caminando en nuestro día a día. Como buena y tierna Madre celestial, está atenta a todos nosotros, sus hijos espirituales. Es por esto que en nuestra parroquia de modo ya tradicional, todos los años realizamos este sencillo y emotivo gesto de ofrecer flores a la Virgen María.
El proximo día 26 e s el,último domingo de mayo y, como cada año en esa fecha, celebraremos la misa de las familias en su honor. Durante la celebración cantaremos para la Virgen hermosas canciones, recitaremos poesías y tendremos hacia Ella un sencillo gesto de cariño para el que pedimos a todos los niños de la parroquia y a todos los que lo deseen que vengan a la Iglesia con una flor: le ofreceremos nuestras flores a viendo con ellas un manto par su imagen
Junto a esta piadosa costumbre de ir en procesión llevando una flor hasta una imagen de María y depositarla a sus pies recordamos que es una piadosa costumbre- sin duda del agrado de la Virgen- que se la honre con flores espirituales, es decir, sacrificios, vencimientos, promesas, etc., que podemos ofrecerle a María para ser intentar ser cada día mejores hijos imitando a Jesús. No en vano es Maria quien os invita: “ Haced lo que El os diga”.
Será, sin duda, un día muy bonito en el que recordaremos lo mucho que queremos a nuestra Madre del cielo.