Cuando ya el curso de Catequesis está dando sus últimos coletazos los catequistas han mantenido una reunión este fin de semana para analizar cómo se ha desarrollado y tratar de subsanar las deficiencias que se han podido encontrar.
La Primera Comunión se convierte en la culminación de un proceso de dos cursos de Catequesis Familiar, que es el método de preparación que años se lleva a cabo en nuestra parroquia.
Es una catequesis familiar y muy participativa que permite a los padres tener un papel activo en el proceso de formación religiosa de los niños.
El encuentro nos dio la oportunidad de compartir las experiencias que este método nos ha aportado, tanto a los niños como a sus padres, madres, catequistas… que los acompañan durante todo el proceso de preparación para la Primera Comunión.
Constatamos que los valores y el estilo de vida que Jesús nos transmitió son muy vigentes hoy en día, por lo que este camino que ahora han empezado los chavales es un camino que vale la pena seguir recorriendo todos juntos, para que se conviertan el día de mañana en personas capaces de transformar su entorno.
Valoramos como aspectos positivos:
• La información y la formación religiosa, en las reuniones mensuales, que han recibido por parte de la parroquia a través de las distintas actividades destinadas a los adultos.
• La posibilidad de compartir experiencias, inquietudes con otros padres y madres en las reuniones mantenidas con ellos los domingos mientras los niños están en el Catecismo
• La adquisición en cada una de las reuniones de conocimientos, herramientas y recursos para llevar a cabo, en familia, la preparación de las fichas del dossier de catequesis.
• Las dinámicas de grupo utilizadas por las catequistas durante las sesiones de catequesis con los niños y niñas, que facilitaban el debate, la reflexión y el intercambio a través de los ejemplos de su entorno más inmediato y de su día a día y la interrelación con los temas a tratar (el perdón, la solidaridad, la estimación …).
• La didáctica de los materiales utilizados (carpeta y fichas).
• La preparación conjunta de las Misas Familiares en la que tanto los padres como sus hijos participaron activamente y que han permitido que los niños se familiarizaran con las eucaristías.
Y todo ello con la alegría de haber hecho entre todos un valioso trabajo conjunto, con el convencimiento de que esta tarea tiene un largo recorrido.