En tiempos de tanto ruido y cambio, en los que a veces -sino la mayoría-, se nos hace difícil rezar y escuchar a Dios la Iglesia nos recomienda la Oración ante el Santísimo , como un ámbito privilegiado para estar con el Señor y escucharlo.
Deberíamos aprovechar todas las ocasiones en que podamos visitar al Señor – visitas al santísimo, eucaristías, adoraciones, etc…- y pasar un rato con Él, pues será momento de enriquecemos con el Amor de los Amores.
Jesús en el Huerto de los Olivos pidió a sus discípulos que estuvieran despiertos con Él en oración y al volver los encontró dormidos y les dijo “¿no pudisteis velar conmigo una hora? Velad y orad para no caer en tentación”.
San Alfonso María de Ligorio, escribió: «Entre todas las devociones, ésta de adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento es la mayor después de los sacramentos, la más apreciada por Dios y la más útil para nosotros». La Eucaristía es un tesoro inestimable: No sólo cuando celebramos la Eucaristía, sino también al estar ante ella fuera de la Misa, somos capaces de esta blecer contacto con las mismas fuentes de la gracia … »
Dondequiera que se haga oración, ya sea en un templo, en una capilla, en medio de la naturaleza, o en la casa, la idea es buscar un momento de tranquilidad, silencio, paz y permitirle al Señor que te hable a ti especialmente. Ésta es una práctica importante y seria en la vida espiritual de todo cristiano. Es recomendado para todos aquellos que quieren conocer mejor al Señor.
Por eso la parroquia cada semana invita a sus feligreses a participar en la exposición del Santísimo, viviendo un encuentro personal al tiempo que comunitario con el Señor, pidiendo por las intenciones particulares ynpor las de la parroquia e Iglesia, especialmente por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
El Papa Juan Pablo II en una de sus homilías, dijo: «Es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto (cf. Jn 13:25) y para sentir el amor infinito de su corazón. .. Si, en nuestro tiempo el cristianismo ha de distinguirse por el «arte de la oración», ¿cómo no sentir una renovada necesidad de pasar tiempo en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? »
La Exposicion es una oportunidad magnífica para hacer ese silencio interior en el que el Señor nos habla especialmente. Esto se logra de variar maneras.