Hoy hemos colocado la última de las vidrieras del templo de San Martín de Dorneda completando así el conjunto de vitrales que narra otra de las escenas de su vida:
En las cercanías de su ciudad había una aldea donde la gente adoraba a un pino, y se resistían a dejar de hacerlo. Martín, viendo que cortar el árbol sería peligroso, ofreció a los paganos que cortasen el árbol, sentándose él en el sitio donde debía caer, para demostrarles que los dioses nada podían frente a Cristo. Así lo hizo y cuando estaba para caer, inexplicablemente, el árbol cayó justo al lado opuesto, derribando un templo de un ídolo. Esto provocó la conversión de los paganos, que levantaron una iglesia en sitio del templo.
Agradecemos a la autora el magnifico trabajo realizado en los últimos dos años pues sin duda ha servido para el embellecimiento del templo en el CL Aniversario de su construcción.