Las cosas bellas, los momentos geniales y las personas buenas a las cuales conocemos en la vida es únicamente obra de Dios.
La Iglesia es universales, es por ello que me siento en casa, uno más de ustedes, con ustedes y para ustedes y no un extraño.
Recibir tanta acogida y tanto cariño de muchísimas personas (feligreses) especialmente de don José Carlos (párroco de Liáns) y otros sacerdotes, me llena de inmensa alegría y regocijo.
Durante varios años consecutivos desde el 2014 al 2017, he venido desde Roma a esta parroquia para ayudar, servir y descansar durante el verano. Concluidos los estudios y obtenido la licencia en derecho canónico en la universidad de la Santa Cruz; en octubre del 2017, marché para Perú para ponerme al servicio de la Iglesia y así lo estoy haciendo: en una Parroquia, en el Seminario y en el Tribunal Eclesiástico.
Por derecho (CIC canon 283 parágrafo 2), los sacerdotes tenemos un mes de vacaciones (cambio de actividades); es por ello que estoy aquí entre vosotros.
El día 9 de julio, por pura obra, gracia y misericordia de Dios he cumplido 13 años de sacerdote y con inmensa alegría celebre la Santa Misa en la capilla Clementina, lugar donde se encuentra la tumba de San Pedro, donde os tuve presente a todos vosotros, rezando por vuestras intensiones.
Estaré entre vosotros, si Dios lo permite y el señor párroco (sé que si) hasta el 1 de agosto, luego regresaré a Perú para seguir sirviendo y cumpliendo lo que Dios me encomendó.
Muchísimas gracias por su cercanía, su amistad y su hermandad.
Unidos en la oración y en el servicio a la Iglesia.
Don Juan José Astoquilca Rivera.
Nota buena: cuando me marche, el 1 de agosto no les diré adiós sino hasta luego o hasta pronto, solo Dios sabe.
Un abrazo para todos.