Tan sólo hace unos días experimentaba la bienvenida de Don José Carlos y la muy dinámica y ferviente comunidad de la parroquia Santa Eulalia de Liáns, han pasado ya cinco semanas maravillosas en las que pude vivir mi sacerdocio en plenitud, volver a celebrar los sacramentos y compartir con los hermanos presbíteros hizo que pasara un tiempo realmente de gracia, fue un regalo del Señor estar aquí, donde muchos sacerdotes vienen y luego regresan.
Regreso a mi país, Colombia, para estar con mi familia y después regresar a Pamplona a continuar mis estudios con la esperanza en formarme conscientemente para servir mejor a Dios y la Iglesia. Los llevaré en mi corazón a todos y cada uno de ustedes, además de seguir unidos en la oración que traspasa todas las distancias.
Solo me queda decir Gracias!!!
Gracias por haber sido especiales conmigo, gracias por sus enseñanzas y su amistad, gracias por el testimonio de fe que me brindaron y especialmente gracias a Don José Carlos, por su permanente preocupación y por los consejos que recibí, haber venido y sentir que he crecido como persona y como sacerdote es sencillamente la mejor expresión del amor de Dios conmigo.
Espero con su ayuda y la intercesión de nuestra madre del cielo volver a encontrarme con ustedes. Mi abrazo y mi bendición!!!