Cada jueves en la parroquia ofrecemos nuestra misa y oración por las vocaciones a la vida de consagración en la Iglesia. Nuestras comunidades necesitan jóvenes valientes que respondan con generosidad a la llamada de Dios. Así serán ante los hombres icono fiel de la esperanza de salvación cumplida en Jesucristo.
Esa respuesta generosa a la voluntad del Padre es el camino seguro para entrar en el Reino de los cielos, cómo escuchamos en el Evangelio. Pero las vocaciones no nacen de la nada. Son fruto de la oración. El Señor nos ha mandado que pidamos. Jesús nos dijo: “La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos” Lc 10,2
Es una responsabilidad la de irse a tiempo y a destiempo, pues la necesidad es grande. los cristianos que se acercan a la Iglesia son los de misa dominical, los que acuden por motivo de alguna celebración especial (bautismos, funerales, bodas..) y los que se acercan una vez en la vida, destacando que un sacerdote debe tener un corazón que se asemeje al de Cristo y así tratar a todos con cariño y misericordia. Ahí está el semillero del que deben nacer las nuevas vocaciones.
Cada semana, ante el Santísimo expuesto en la Custodia, pedimos para que entre esos que cada domingo se acercan a la parroquia o por alguna celebración especial, enraíce la llamada, porque – no lo olvidemos – Dios sigue llamando hoy como el primer día y su semilla sigue cayendo en el camino, en terrenos pedregosos, entre zarzas y también en tierra buena.
Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Hora: 19:30
Día: Jueves