El día 6 de enero la Iglesia celebra la Fiesta de la Epifanía del Señor. Después de viajar muchos kilómetros, los Magos encontraron al Rey de los Judíos, el Salvador del mundo, el Rey de reyes, envuelto en pañales y acostado en un pesebre, en una cueva de una aldea de mala muerte, fuera de la ciudad de Jerusalén y lo adoraron pues lo reconocieron como Dios.
El Catecismo nos habla del sentido de la Epifanía (manifestación de Cristo) en el n.528:
“La epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná, la epifanía celebra la adoración de Jesús por unos “magos” venidos de Oriente. En estos “magos”, representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la encarnación, la Buena Nueva de la salvación”.
Pero si bien los Reyes Magos llevaron a Cristo regalos de oro, incienso y mirra, el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, es sin duda el gran regalo del Padre. Por eso existe la tradición de recibir regalos en este día.
En lo que se refiere el paso de los Magos de Oriente por la parroquia ha sido muy fructífero pues nos ha traído un cargamento de regalos para todos.
Como ya se contó desde esta página más de cincuenta niños recibieron la visita personal de Sus Majestades que le hicieron entrega personalmente de varios paquetes que contenían aquello que habían pedido en sus cartas y que los Pajes de la parroquia les enviaron.¡Pero no quedó ahí la cosa!
Como cada año nos han dejado para cada feligrés unos regalos literarios: El Evangelio de cada día, que como el mismo título sugiere nos ofrece las lecturas de la celebración de la Santa Misa de cada día. Si alguno no ha podido recogerlo aún, puede hacerlo en la sacristía de la Iglesia nueva de Santa Cruz convertida en estos días en almacén de regalos y establo para los camellos.
También nos han obsequiado con un paquete de bombones a todos los que asistieron a la celebración de la Epifanía en las parroquias.
Todo esto expresa que la feligresía – en general- de ha portado bien. Confiemos que continuemos en esta línea en el 2020 para que el año próximo los Reyes Magos vuelvan otra vez cargados de ilusión, sonrisas y regalos para todos