Siendo un sacramento admirable, a veces se nos olvida que podemos recurrir a él con frecuencia. No tenemos que esperar cada Domingo para encontrarnos con Cristo presente en la Eucaristía. Podemos salir al encuentro del Señor. Ahí Jesús nos espera siempre para que le abramos el corazón en la intimidad de la oración.
Como cada jueves la termino de la Santa Misa,ante el Señor expuesto en la Custodia, nos congregamos para pedir por las vocaciones sacerdotales y religiosas, especialmente entre los miembros de nuestra comunidad Parroquial.
Dios está en todas partes pero si bien es verdad que podemos conversar con el Señor Jesús en todo momento y en cualquier lugar, El Sagrario -y por ende- la Custodia es el mejor lugar.
Dicen que en cierta ocasión un Capellán preguntó a un recluta:
⁃ ¿Donde está Dios?
A lo que el recluta contestó:
⁃ Estar, está en todas partes, pero donde más para es en la Iglesia
Probablemente no sea la respuesta que daría un teólogo pero contiene esa teología que el pueblo llano hace de rodillas ante la Eucaristía.
su presencia en la Hostia consagrada es privilegiada y particularmente eficaz para poder «palpar el amor infinito de su corazón». Allí está presente por excelencia, en el modo como Él quiso permanecer entre nosotros. Eso hace una gran diferencia. El Señor está realmente presente en la Eucaristía, invitándonos a acompañarlo, ofreciéndonos su firme apoyo en nuestro peregrinar.
La Iglesia y el mundo-nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica– «tienen gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración».
Lugar: Iglesia Nueva de Santa Cruz
Día: Jueves