Todos los jueves del año a las 19.30 en la sede de nuestra comunidad parroquial en Santa Cruz se expone solemnemente el Santísimo Sacramento para la adoración de los fieles mediante el rezo, el canto, la petición y el comentario de la Palabra de Dios.
Estar en presencia del Santísimo es un acto de intimidad en el que se profundiza nuestra amistad con Dios, correspondiendo al amor que Él nos tiene. Y como en todo diálogo tenemos que abrir nuestro corazón para escuchar la voz de Dios que nos habla a través del silencio y de su Palabra.
Desde nuestra pequeñez sabemos que todo es poco ante la presencia del Señor. Por ello intentamos que su presencia real se dé en un ambiente de respeto, austeridad y suma dignidad. Se nos presenta así en la custodia, pieza de orfebrería que se adorna y decora para acomodarse a tan divina presencia. Pero por muy bella que sea la custodia sabemos que la verdadera Belleza está en el Cuerpo de Cristo que se muestra en su centro bajo la especie de pan.
Pero como siempre queremos lo mejor y más bonito para nuestro Dios y Señor el jueves 6 de febrero de 2020 la exposición contó con un nuevo elemento singular para asentar la custodia. Se trata de un trono o tabor, que toma el nombre del monte donde se produjo la transfiguración de Jesucristo (Lucas 9, 28-36), para colocar entre el altar y la custodia. Tres ángeles resguardan la divina presencia.
Esta pieza artística, que acaba de ser restaurada, pertenece a la parroquia desde hace tiempo y se encontraba arrumbada. Debió servir como trono de santa Eulalia, pues en una de sus caras muestra unas palmas, distintivo del martirio que sufrió nuestra patrona.
De esta sencilla manera, con el arte, con la belleza, queremos mostrar nuestro amor y respeto a Dios, pero lo que de verdad honra al mismo Dios hecho eucaristía es nuestra compañía y nuestra oración.