Un día importante para las catequistas. He querido empezar así, porque es la verdad, el ser catequista no es sólo hablarles de Dios a los niños que tenemos en Catequesis.
Ya sé que eso, es lo más importante. Pero también es, acompañarlos en su camino y estar con ellos en esos momentos que nos regala el Señor. Eso es lo que hemos vivido este fin de semana.
En los dos años de catequesis que si Dios quiere estaremos con ellos, hay momentos importantes, pero me atrevería a decir que hay dos que destacan. Uno es como no podía ser de otra manera el día de su primera Comunión, pero el segundo es el día de su primera confesión. Cuantos nervios, alegrías y cuantas preguntas.
Desde el curso pasado Hemos tomado la decisión de separar ambas fiestas. Los niños y niñas de Segundo Curso desde este domingo 16 de febrero hasta fin e curso se acercarán al sacramento de la Penitencia para que se convierta en algo normal en su vida de Fe y no simplemente asociado a la Primera comunión. En los domingos anteriores les explicamos la confesión, el como y el por qué. Y por fin llego el gran momento.
A pesar de que a veces los niños están nerviosos, distraídos, hablando, corriendo etc. siempre están abiertos a escuchar y sentir al Señor.Ayer, por fin, llegó el día de hacer su primera confesión algunas de las secciones del Catecismo. A mí me impresiona ver como dentro de ellos tienen la conciencia y la sencillez, de saber lo que está bien y lo que está mal. Yo les digo que la conciencia es la voz del Señor susurrándonos al oído.
Los sacerdotes han confesado a los niños de dos de las secciones del Catecismo. Viéndolos en el templo no podía dejar de pensar en Mateo 18, 3 «En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos».
Cada semana se acercarán al sacramento de la Penitencia dos secciones pues queríamos separarla del momento de la Primera Comunión y así crear en ellos el “hábito” de la Confesión frecuente.
Ojalá los mayores nos confesáramos con la misma inocencia, pureza y verdad que se han confesado hoy estos niños. Pedimos por ellos para que nunca dejen de querer al Señor.
En nombre de todas las catequistas y del mío propio doy las gracias a Dios por las familias cristianas de la parroquia