El pasado mes de febrero el arzobispo de Santiago D. Julian Barrio comenzaba la visita pastoral a las diferentes parroquias del Arciprestazgo de Alvedro en los ayuntamientos de Cambre, Culleredo, Carral y Oleiros y entre ellas la nuestra de San Pedro de Nos.
La visita pastoral es una de las más importantes tareas que tiene el obispo. En ella va recorriendo todas las parroquias de la diócesis, no para inspeccionar, sino para animar en la fe a todos sus integrantes.
El obispo es el párroco de todas las parroquias de la diócesis, que al no poder atenderlas personalmente todas, se las encomienda a sus colaboradores más inmediatos que son los sacerdotes. Por ello, es importante que cada cierto tiempo las visite para conocer, de cerca, cuáles son sus necesidades y para animar personalmente en la fe a todos y cada uno de sus fieles.
El sábado 7 de marzo D. Julián se reunía en la parroquia de Santa Maria de Cambre con los sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral para tomar el pulso de esta porción del pueblo de Dios que camina en esta zona de la diócesis.El arzobispo se dirigió a la asamblea allí congregada para decirles que él “acompaña y se siente acompañado por el pueblo escuchando la realidad concreta que estamos viviendo: pobreza, dolor, sufrimiento o cualquiera que sea la realidad que viven”.
El fin de la visita pastoral -añadió- es “hacer una lectura creyente de la realidad, celebrar y luego sentarnos a rezarla para darle un sentido cristiano a nuestras vidas”. Partiendo de nuestra oración hemos de ser conscientes de nuestra fragilidad y debilidad, ofreciendo nuestra disponibilidad gozosa al Señor.
El medio es “encontrarse con los distintos grupos pastorales que conforman las diferentes parroquias con la conciencia de pertenecer a la Iglesia diocesana. No somos en las parroquias simple presencia sino también pertenencia a una realidad mayor que es nuestra diócesis”
Los pobres y los enfermos o marginados de los que nadie se ocupan son una realidad muy significativa y si una parroquia se preocupa de ellos le da una gran tranquilidad
Invitó a que “en las parroquias tratemos de hacer aquello que podemos hacer sin distraernos en aquellas otras que no podemos hacer por qué a veces perdemos demasiado tiempo en lo que no podemos hacer. No es más rápido el que corre más si no el que sabe a dónde va. Debemos marcarnos metas para saber a dónde ir y aunque tengamos dificultades -pues somos discípulos de un crucificado- las alcanzaremos con la ayuda De Dios”.
Otra de las claves que quiso resaltar en nuestra vida personal y comunitaria es que “No trabajamos para conseguir medallas humanas si no la Corona que no se marchita Trabajamos para dar gloria a Dios y servir a los demás y desde esa perspectiva entender la realidad de la visita pastoral.”
Le da tranquilidad saber que “puede contar con todos nosotros. Somos un poco de levadura para fermentar la masa. Debemos recuperar la humildad con que se nos presenta el Reino De Dios y la dinámica con la que Jesus nos lo presenta. No se
Trata de grandes misiones si no pequeñas acciones, especialmente la de salir al encuentro de los que no están aportándoles, no grandes discursos, sino testimonios sencillos”.
Tras su reflexión el Sr. arzobispo respondió a las numerosas preguntas de los presentes bajando a las realidades concretas que cada le presentaba.