El Señor siempre cuida de nuestras cosas, ¿no debemos hacer nosotros lo mismo con las cosas del Señor?
Por este motivo la pasada semana un grupo de voluntarios de nuestra parroquia acudieron a colaborar de forma voluntaria en la limpieza del recinto de la iglesia de nueva de Santa Cruz. Una manera muy bella de demostrar al Señor su gratitud y a pesar del intenso frío que hacía y el duro trabajo, todo fue hecho con gozo, para agradar a Dios.
Han comenzado las labores y en ratos libres, los fines de semana, ponen su tiempo a disposición de la feligresía en este servicio de mantenimiento del entorno del templo conscientes de que “no llegamos a todo” y de que todas las manos son necesarias. Este fin de semana no han podido continuar las labores por las lluvias pero esperan poder seguir los trabajos el próximo. Es más, este grupo de voluntarios, esta haciendo una revisión de las deficiencias de las que adolecen nuestras infrastructures -goteras, desperfectos, pequeñas reparaciones, etc… – que, como en todos los hogares, supondría una continua sangria para la maltrecha economía de la parroquia.
Agradecemos la gran y desentaresada labor que están realizando al tiempo que invitamos a todos aquellos que quieran ofrecer un poco de su tiempo y “habilidades” se sumen a la “brigada de obras”