Si tuviésemos que destacar una característica De la Iglesia nueva de Santa Cruz en palabras del Arquitecto Esteban Fernandez Cobian- es el carácter de «espacio democrático» donde es primordial «ver y oír» que el Concilio Vaticano II impuso a los templos de culto.
De ahí la amplitud del atrio, concebido como un lugar de encuentro previo a la celebración; o la nave que orienta a los feligreses en semicírculo en torno al altar; o el Cristo que preside el templo en solitario, sin santos que lo flanqueen.
Dos notas destacables son la presencia en el templo de dos capillas: La del Santísimo y la de Bautismo y Penitencia.
La Capilla del Santísimo es un espacio destinado a albergar al Santísimo Sacramento es pensar un ámbito muy concreto dentro de un templo, el Sancta Santorum, un lugar para el encuentro con Dios. Es un lugar privilegiado para hacer la oración, para hacer el oficio divino, para acompañar a ese pueblo de Dios y darles ejemplo a los fieles para que se den cuenta que en la Eucaristía está el centro De la Iglesia.
Pero dado el reducido tamaño de la capilla y la normativa que reduce el aforo de los templos durante el estado de alerta decretado en España por el COVID 19 hemos decidió trasladar PROVISIONALMENTE eL Sagrario a la nave central, en el presbiterio, al pie De la Cruz para que pueda quedar a la vista de todos los asistentes para la oración personal.
Insistimos en se trata de una medida provisional ya que en la esencia del templo es haber sido concebido sin imágenes y con una nave central atendiendo a las recomendaciones que tras el Concilio Vaticano II hacía para que las iglesias nuevas conviene prever que la capilla del Santísimo esté cerca del presbiterio.