El día 15 de agosto es la solemnidad litúrgica de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos. Venerado y profesado este misterio de la fe cristiana por el pueblo fiel durante siglos, en 1950 el Papa Pío XII lo proclamó como dogma de fe.
La fiesta de la Asunción significa que la Virgen María, al término de su peregrinación terrena y en virtud de su contribución a la historia de la salvación como Madre del Redentor, fue liberada por la gracia de Dios de la corrupción del sepulcro y su elevada en cuerpo y alma a los cielos, donde está y actúa como mediadora entre Dios y los hombres.
La fiesta de la Asunción es entonces el triunfo definitivo de María y es la prenda de la vocación de eternidad de todos los seguidores de Jesucristo. Nuestro común destino es el cielo, y nosotros, al igual que María, solo podemos lograr el cielo con nuestra vida comprometida y cabalmente cristiana en la tierra.
Como dice la liturgia de la Iglesia, María, en y con su Asunción, es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada, es consuelo y esperanza de su pueblo, todavía peregrino en la tierra.
Como es natural, tan magna fiesta es día de precepto y de obligación de asistir a Misa. En consecuencia el horario de las celebraciones es el mismo que cualquier festivo
10:00 San Martín de Dorneda
10:45 San Pelayo de Montrove
11:30 Iglesia nueva de Santa Cruz
12:30 San Pedro de años
Recordamos que durante la Pandemia se ha eliminado la misa en Santa Eulalia de Liáns por su reducida capacidad con las medidas impuestas por las autoridades (30 personas, con las limitaciones del 50 % del aforo y la distancia social de un metro ).
Tampoco habrá misa vespertina por la tarde a pesar de ser sábado pues obligaría a celebrar ocho misas en un solo día sin contar las celebraciones exequibles que pudiesen surgir
Cfr. Revista Ecclesia