Una casa nunca está terminada del todo pues siempre es susceptible de mejora. Con un templo -la casa de todos- pasa exactamente lo mismo.
A lo largo de los últimos años hemos realizado en todos los templos de nuestra unidad pastoral obras de gran calado y estructurales de consolidación de los diferentes edificios: humedades, tejados , muros, etc…
Otras son mucho menores y por ser de simple y ordinario mantenimiento pasan desapercibidas para los ojos de la mayoría de los asistentes a las celebraciones pero no por ello son de menor importacia.
Un tercer grupo lo forman aquellas intervenciones en imágenes objetos litúrgicos que, aunque pequeñas, son más lúcidas a la vista de los fieles. Es el caso de la restauración de imágenes que a lo largo de todo el año estamos realizando en las distintas iglesias.. Si hace un par de meses de volvíamos al al culto la recién restaurada imagen de la virgen de Fátima hoy queremos presentar la de Santa Rita que tras unos meses de trabajos hoy presentamos completamente restaurada.
La imagen, que se venera en Santa Eulalia de Liáns, lucirá una imagen renovada tras ser sometido a una intensa recuperación.
La figura es una talla devocional policromada de 1,4 mts. que por l paso del tiempo y las caricias que le propician los devotos la han ido dejando en muy mal estado. Llegó un momento en que se hizo preciso actuar para no perder un elemento fundamental en la celebración
La intervención en principio iba a consistir en eliminar la suciedad superficial de manos y rostro, consolidando las grietas de la mascarilla y de las juntas de la madera de soporte que se había desplazado. Pero al hacer un análisis más detallado bajo la pintora se descubrieron varias grietas de gran tamaño
y profundidad con riesgo de rajar la imagen.
Posteriormente se sellaron y estucaron todas las pérdidas y grietas para después aplicar una primera capa de protección mediante barniz.
Por todos es conocido que en las diferentes iconografías de santa Rita se la ve con unas rosas o un Cristo. La de nuestra parroquia portaba en sus manos una Cruz, pero la original había desaparecido por lo que, con buena intención, alguien había donado un Cristo que por tamaño y color no se ajustaban a la pieza por lo que también se ha realizado una pequeña intervención sobre el mismo acortando el tamaño e igualando la policromía.
Muchísimas gracias a los restauradores por su magnifico trabajo