Hoy, fiesta de San Mateo, se cumplen seis años de mi llegada a San Martin de a Dorneda y quiero dar gracias a Dios porque me ha dado la posibilidad de encontrar y servir a gente fantástica y compartir los retos de hacer descubrir al mundo de hoy que otra vida es posible con la Gracia de Dios. Con vuestro ejemplo y entrega, sois un estímulo para buscar la santidad que yo mismo os propongo.
Sé que os merecéis un párroco, servidor y hermano que muchas veces por precipitación, descuido o no saber no he correspondido como merecéis.
Perdón especialmente a aquellos que por lo dicho se han sentido defraudados por mí, por Dios o la Iglesia al no recibir el trato esperado y merecido.
Os ruego en este día señalado que por intercesión de la Virgen, de San Martín nuestro patrón y con vuestra ayuda, llegue a ser el sacerdote santo que Dios espera de mí.