El Papa Francisco nos recuerda que para anunciar a Jesucristo y dar testimonio de la Buena Noticia, es necesario estar junto a Él: «Hay que vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como “el Señor”». Adorar a Dios «significa aprender a estar con Él, a pararse a dialogar con Él, sintiendo que su Presencia es la más verdadera, la más importante de todas. Adorar al Señor quiere decir darle a Él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer que únicamente Él guía verdaderamente nuestra vida; adorar al Señor quiere decir que estamos convencidos ante Él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, el Dios de nuestra historia» (Papa Francisco, Homilía Santa Misa en la Basílica de San Pablo Extramuros, 14 de abril de 2013).
Nada mejor, para lograr ese trato fluido con el Señor, que de hace apartado los afanes de cada día y dedicar un tiempo de oración ante la Eucaristía.
Cada Jueves estamos invitados a participar de la adoración eucarística durante la Exposición. Todo lo que se hace en la Iglesia no se deja a la casualidad, a la improvisación. Todo está centrado en Jesucristo: «Hay que concentrarse en la realidad fundamental, que es el encuentro con Cristo, con su misericordia, con su amor, y en amar a los hermanos como Él nos amó. Un encuentro con Cristo que es también adoración, palabra poco usada: adorar a Cristo».
Y aunque cada uno trae a los pies del Señor sus intenciones particulares nos une una en común: pedir por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Día: Jueves
Hora: 19:30 hh.