En este atípico año no hemos podido compartir con nuestra familia ni con nuestros amigos momentos que para nosotros eran los mejores del año, las fiestas parroquiales de verano e invierno. En la iglesia hemos podido celebrar la misa del Santísimo y la procesión del Ramo en este agosto con muy pocas personas, tantas como las que permitían las restricciones, pero suficiente para mantener esta tradición.
Para los pocos que estuvimos allí, fue una jornada muy emotiva, por el recuerdo de cómo era ese momento otros años.
Las fiestas son un reencuentro, son momentos en los que amigos que no se ven en todo el año se pueden ver, hablan de futuro, de sus ilusiones y recuerdan como es su pueblo, el lugar de donde son y a donde en algún momento desean volver. Las familias se juntan alrededor de una mesa y, en muchos casos, también es el único momento del año en el que se encuentran.
La perdida de estos momentos, de está alegría no ha supuesto para los chicos y chicas de la Comisión de Fiestas de Santa Cruz una merma de su ilusión. Se han esforzado al máximo por mantener unido a nuestra parroquia. Han repartido mascarillas en el momento que tenían mayor precio y eran más escasas y han llevado a cabo una campaña de donación de sangre con un éxito rotundo.
No podemos estar más agradecidos con ellos, por mantener la ilusión, por querer mantener a las personas unidas, porque hicieron que muchos jóvenes como ellos se conectaran a una suerte de eventos online por su cuenta en Instagram que consiguió mantener una sonrisa en estos momentos complicados.
Ahora nos han vuelto a sorprender, en estos momentos oscuros han encendido la luz. No contábamos con tener alumbrado navideño este año porque es un proyecto de la Comisión de Fiestas en el que trabajan durante meses, parece un reto imposible. Un alumbrado que se financia con los excedentes de las fiestas de verano y, al no celebrarse en esta ocasión, temíamos que no pudiera ser realidad.
Pero estos chicos y chicas han invertido estos últimos años y no dependen de alquiler de material, solo dependen de sí mismos en este proyecto autofinanciado y autogestionado.
En realidad, también dependen de todos nosotros, del apoyo que les tenemos que dar, del apoyo mutuo que debemos fomentar entre las personas que vivimos en la parroquia.
Hace exactamente un año estábamos celebrando una fiesta en honor de nuestra patrona, la fiesta de Santia de Lians, evento que tampoco se podrá realizar.
No habrá fiesta, pero la Comisión de Fiestas nos recuerda con su alumbrado navideño que debemos mantener la ilusión, que en este mundo oscuro podemos encontrar la luz y que nuestro futuro es esperanzador.
Gracias.