El inmueble fue diseñado por Miguel Fisac y se inauguró en julio de 1971 EPrácticamente fue ejecutado por un solo albañil local
Miguel Fisac consiguió construir en Oleiros un milagro de hormigón. Contemplas la iglesia nueva de Santa Cruz por fuera y parece tan pequeña como una capilla. Entras y el monumental volumen te sobrecoge como una fastuosa catedral. Este truco arquitectónico, este edificio que es “una concha de un gigantesco bivalvo de hormigón; un juego apasionado de formas cóncavas y convexas que se agitan frente a la bahía de A Coruña”, como lo definió en su día el arquitecto Fernando Agrasar, cumplirá el mes que viene medio siglo de vida convertido en un templo de culto y de arquitectura, una obra que rompió moldes por su estilo neoexpresionista que en su día fue un shock para los más conservadores.
Nave y altar, y los muros acústicos con luz azul de los vidrios. | // VÍCTOR ECHAVE
“Es un espacio especial, viene gente de todas partes a verla, arquitectos de toda España. Mucha gente no la aprecia, incluso dice que es fea porque no es la clásica iglesia, por su forma y por ser de hormigón visto, pero es una joya auténtica, una enorme concha de vieira realizada por el gran hacedor de iglesias del siglo XX, Fisac. Es un espacio abierto, sin columnas, con una luz cenital en la capilla bautismal. Yo estoy enamorado de ella” explica el que es el párroco de esta iglesia desde hace dieciséis años, José Carlos Alonso. PUBLICIDAD
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“Vamos a celebrar este aniversario con una misa solemne el 10 de julio presidida por el arzobispo y con la coral del pueblo”, explica Alonso. La pandemia paralizó otras actividades previstas para esta celebración, que se realizarán más adelante, como la recuperación del entorno y la creación de una sacristía nueva, quedando la antigua como museo, según señala el sacerdote.
Baptisterio con luz cenital. | // VÍCTOR ECHAVE
Este templo inaugurado el 10 de julio de 1971 es una obra neoexpresionista organicista “de la que existen escasísimos ejemplos en Galicia”, según indicó Agrasar en un artículo de 1994: Santa Cruz, el templo de hormigón vivo. La comparó con edificios como la Filarmónica de Berlín, la Ópera de Sidney y la catedral de Brasilia. Pero el mérito de esta construcción, además, es que prácticamente la hicieron tres personas: Fisac que la diseñó; el párroco que la promovió, Manuel García Calviño, ya fallecido; y un albañil local, Julio Mañanas González, muy elogiado por el arquitecto. Todo hecho in situ.
Para el III Congreso Nacional de Arquitectura. Pioneros de la arquitectura moderna española, el arquitecto y profesor del Departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, Esteban Fernández-Cobián, presentó un trabajo sobre la “génesis y desarrollo” de este templo, según él “una obra poco estudiada”, en el que recogía tanto declaraciones del propio Miguel Fisac (Medalla de Oro Nacional de Arquitectura) como del párroco promotor, entrevistado en 2008 por un alumno de doctorado, Marcos Álvarez Montes.
Detalle de los muros y la cubierta. | // VÍCTOR ECHAVE
Según se recoge, el cura García Calviño celebraba misa en un garaje prestado y habló con un matrimonio, Leopoldo Abente García de la Torre y su esposa Josefa Alonso Rodríguez, para que le donasen un terreno, lo que aceptaron con la petición de ser enterrados en ella. Josefa fue quien encargó el proyecto al manchego Miguel Fisac en 1966, comenzando las obras dos años después. La hizo bajo las nuevas premisas del Concilio Vaticano II.
El edificio es el resultado de decenas de cambios sobre el diseño original. El párroco pidió modificar el campanario y la ubicación de la sacristía o dejar un lucernario en el presbiterio y después resolvió a su manera otros problemas como la sobrecarga de las vigas centrales.
Vista de satélite del complejo parroquial. | // L.O.
Según Fernández-Cobián, la primera condición de García Calviño al arquitecto fue que debía de tener buena acústica y Fisac le prometió que sería estupenda. Pero en esto fracasó. “Se han hecho muchos estudios, lo han probado todo, pero no hay forma humana. En un estudio se concluye que la acústica es nula en un 95%”, declaraba el actual sacerdote a este diario en 2012.
Fisac ejecutó un complejo parroquial, el templo y otro edifico para guardería y escuela. Hoy en estas dependencias tiene su actividad Cáritas, se imparten cursos y charlas. El hormigón sigue más vivo que nunca.
Fuente. La Opinión de A Coruña