El jueves, 2 de septiembre, el Obispo Auxiliar De Santiago de Compostela , Mons. Francisco José Prieto Fernández , ordenó a un nuevo diácono permanente, Agustin Pérez Mosquera, de nuestra parroquia de Santa Eulalia de Liáns . El acto tuvo lugar en el transcurso de una eucaristía, en la Colegiata de Santa Maria del Campo de La Coruña
El diácono es un hombre de fe que ha sido llamado por la Iglesia para servir a Dios y a su pueblo como representante de la misma, en amoroso servicio a los demás. Él es un testigo de Cristo Sirviente y ha sido “configurado en Cristo” por el Espíritu Santo con un don y promesa permanente, de “carácter indeleble” (CIC 1548.)
El obispo, acompañado de un nutrido número de sacerdotes y diáconos, recordó en su homilia que el ministerio que se le encomendaba era ante todo una misión de servicio. El Candidato arropado por su familia, compañeros de trabajo y numerosos feligreses pronunció lleno de emoción su partícular “Fiat” que lo sumo al número de los diáconos.
El diaconado permanente es uno de los grados del Sacramento del Orden, y se traduce como “el que sirve”. Se trata de un estado permanente en la Iglesia que pueden recibir hombres casados. Para poder ser ordenados han de cumplir una serie de requisitos, como tener más de 35 años, llevar más de 5 años casados, y haber realizado una formación concreta en Teología bajo la supervisión de un sacerdote responsable nombrado por el Obispo.
Una vez ordenados, los diáconos permanentes pueden predicar la Palabra de Dios, proclamar el Evangelio y la homilía, celebrar el sacramento del bautismo, casar, dar formación a los padres que van a bautizar a sus hijos o a los que se preparan para el matrimonio, entre otros servicios, aunque especialmente están llamados a realizar labores vinculadas a la caridad con los más necesitados.
En sus palabras de agradecimiento al término de la celebración pidió a todos los asistentes tenerlo presente ante la Santísima Virgen María, modelo de todos, y en particular de los diáconos.
Que la Virgen María, esclava del Señor y fiel servidora, acompañe, bendiga y ayude Agustin a ser fiel en su ministerio a los diáconos permanentes y a toda la diócesis y en especial a nuestra parroquia nos haga comprender, valorar y acoger la gran misión y tarea de los diáconos en la Iglesia.