La Parroquia de Liáns celebra hoy a su Patrona con la Santa Misa que en su honor nos reunirá a las 10:30 hh. en el templo parroquial que cobija su imagen.
En Mateo 22, 1-14, Jesús cuenta la parábola del banquete de bodas. Muchos están invitados. Lamentablemente, algunas personas ignoran por completo la invitación. Otros están demasiado ocupados con cosas «importantes» y algunos simplemente no quieren venir. ¡Qué profunda tristeza trae esto al Esposo!
Cada Misa es un banquete de bodas en el que Jesús nuestro Esposo y los fieles, nosotros, nos unimos. ¡Dios nos invita a estar ahí! ¡Él desea que estés allí! Este es un anticipo del cielo. Ir a Misa es decir: «Quiero ir al cielo». Decir no es decir: «Realmente no quiero estar con Dios en la fiesta de bodas del cielo». Es un profundo dolor para Dios cuando rechazamos esta invitación personal.
un Santo patrón (en latín: sanctus patrōnus) es un santo que tiene una afinidad especial hacia una comunidad o a un grupo específico de personas, en nuestro caso, bajo el amparo de Santa Eulalia. Participar en la misa patronal es una forma de agradecer su protección.
Como se hace en todas las celebraciones de la parroquia se cumplirán las normas sanitarias vigentes en lo relativo a los aforos, el uso de mascarillas y distancias de seguridad, apelando a la responsabilidad y con el fin de no generar ningún problema.
Con nuestra participación en la Santa Misa, desarrollada con toda la normalidad que nos sea posible en estos tiempos, tratamos de transmitir un mensaje de esperanza y un deseo de alcanzar pronto una normalidad que permita a las personas volver a reunirse y hacer su vida con la máxima seguridad, devolviendo a la parroquia la vitalidad y participación previa a la pandemia .
Tendremos un especial recuerdo para las víctimas de la pandemia y confiemos en que el año que viene podamos recuperar viejas costumbres y tradiciones.
Lugar: Santa Eulalia de Liáns
Hora : 10:30
Día: viernes 10 de diciembre de 2021
Biografía de Santa Eulalia
Eulalia significa: «la que habla bien» Eu = bien, Lal = hablar.
Santa Eulalia es una de las santas más famosas de España. Los datos acerca de su vida y de su muerte los encontramos en un himno que en honor de ella se escribe el poeta Prudencio en el siglo cuarto. Y allí se cuenta lo siguiente:
Cuando Eulalia cumplió los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo, y mandándoles que debían adorar a los falsos ídolos de los paganos. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.
Viendo la mamá que la jovencita podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida.
Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían al verdadero Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.
Daciano intentó al principio ofrecer regalos y hacer promesas de ayudas a la niña para que cambiara de opinión, pero al ver que ella seguía fuertemente convencida de sus ideas cristianas, le mostró todos los instrumentos de tortura con los cuales le podían hacer padecer horriblemente si no obedecía a la ley del emperador que mandaba adorar ídolos y prohibía adorar a Jesucristo. Y le dijo: «De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos». La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y le dijo valientemente: «Al sólo Dios del cielo adoro; a El únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más».
Entonces el juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La hermosa cabellera de Eulalia se incendió y la jovencita murió quemada y ahogada por el humo.
Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.
El culto de Santa Eulalia se hizo tan popular que hasta el gran San Agustín hizo sermones en honor de esta joven santa. Y en la muy antigua lista de mártires de la Iglesia Católica, llamada «Martirologio romano», hay esta frase: «el 12 de febrero, se conmemora a Santa Eulalia, mártir de España, muerta por proclamar su fe en Jesucristo».
Joven mártir Eulalia: a tu protección encomendamos tantas personitas jóvenes que en este tiempo tienen que enfrentarse, no y a los perseguidores que matan a quienes se niegan a ofrecer sacrificios a los ídolos, sino que tienen que oponerse a quienes quieren que dediquen su vida a la sensualidad, a las drogas, a los vicios, a las malas amistades y al pecado, que son monstruos mucho peores que los ídolos, y son perseguidores más crueles que los que mataban el cuerpo, porque lo que ellos matan es la vida del alma. Santa Eulalia: te recomendamos a nuestra juventud que vive en medio de tantos peligros y que corre cada día el riesgo de ser infiel a Cristo. Que de tan grandes peligros nos libre siempre el Señor.
Dijo Jesús: Quien sacrifica su vida por mi, la ganará para la vida eterna.
Fuente: Aciprensa