Cada 6 de enero se celebra la Solemnidad de la Epifanía (manifestación) del Señor. Se le llama así porque recordamos la “manifestación” del Salvador, el Mesías esperado, que se revela a todos los pueblos de la humanidad representados en los sabios de Oriente.
El Evangelio nos presenta precisamente a estos personajes, conocidos como los Tres Reyes Magos, quienes dejaron atrás sus tierras y sus culturas para salir al encuentro de Aquel que ha venido para devolver la esperanza a la humanidad. Como ellos, presentemos de rodillas nuestros regalos al Niño Dios y adorémosle.
Los Magos encontraron al Mesías acostado en un humilde pesebre, a lado de María, su Madre, y de san José, su padre. Le llevaron regalos: oro por su realeza, incienso por su divinidad y mirra por su humanidad.
¡Hagámosle un regalo a Jesús! ¡Démosle nuestro corazón! Con toda seguridad, Él nos regalará más, porque nos entregará su amor.