Después de varios meses de proyectos, presupuestos, y trabajos previos de permisos tanto del Arzobispado De Santiago como de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia por fin podemos comenzar las tan anisadas tareas de restauración del retablo de la Virgen de los Dolores de Santa Eulalia de Liáns.
Las obras comenzarán en los próximos días para las que la empresa encargada de las tareas ha comenzado a instalar el andamiaje que recubrirá todo el retablo. En principio los trabajos no afectarán a las celebraciones por encontrarse en la nave lateral del crucero.
Esta consistirá fundamentalmente en la limpieza y eliminación de los barnices que oscurecían en exceso tanto el magnífico dorado de la mazonería como la policromía de las tallas. Además se realizarán los procesos de desinsección de soporte, sobre todo a modo preventivo, consolidación, fijación de estratos de policromía, encolado de piezas y molduras sueltas o con riesgo de desprenderse, reintegración de soporte y cromática en las zonas inferiores y más visibles del retablo y protección final del conjunto.
Posiblemente, las filtraciones procedentes de la cubierta y los muros -antes de las actuaciones realizadas sobre ellos- han generado daños a nivel estructural. La madera, al ser higroscópica, sufre cambios dimensionales. Ésta, al estar compuesta principalmente de celulosa, experimenta un proceso de oxidación e hidrólisis, por lo que es más sensible a los cambios de humedad relativa. No se han realizado controles de la humedad de los muros pero parece ser la causa más probable de degradación ya que los daños se concentran, fundamentalmente, en la parte alta del retablo. Esto se traduce, en la presencia de grietas separación de los paneles, deformaciones y problemas de desconsolidación tanto a nivel de la mazonería, como en los grupos escultóricos.