Cuando una persona no llega a fin de mes, no puede esperar a mañana. Llenar el carro de comida es una prioridad. Inmediatez y urgencia se unen estos días en la parroquia. Somos conscientes de lo que significa una urgencia social: Si una familia se acerca y pide comida a Cáritas, sabemos que la necesita ya, en ese momento. Esta labor social tan importante depende de Cáritas y funciona gracias a la colaboración desinteresada de nuestros de voluntarios.
Entre las distintas acciones destaca el reparto de fruta proveniente del Banco de alimentos que cada quince días nos donan para ser repartidos entre los más necesitados. Desde el comienzo de la huelga de transportes este reparto se ha estado viendo comprometido (la semana pasada solo pudimos entregar un producto). La continuidad de este paro nos obliga esta semana a suspender el reparto pues nos han comunicado que han podido recibirlo.
Confiamos en que las legítimas reclamaciones de los trabajadores del transporte sean atendidas y que pronto se restablezca el servicio para poder así hacer llegar los alimentos a quienes tanto dependen de nuestra ayuda.