El Jueves Santo celebramos la Cena del Señor: para Cristo y los apóstoles, última cena de la Pascua judía; para ellos y para nosotros, la primera cena de la Pascua del Señor.
Jueves Santo: día del amor fraterno; institución de la eucaristía; día del sacerdocio. ¡Cuánta maravilla!
La liturgia nos sitúa en el marco de la cena pascual judía que Cristo celebró con los apóstoles. El lavatorio de los pies es una preparación y un complemento de la eucaristía. El que lava los pies se capacita para comulgar y el que comulga se capacita para lavar los pies: inmenso amor de Cristo, capaz de hacerse pan y capaz de ponerse a nuestros pies.
Para los Oficios del Jueves Santo invitamos a todos los grupos parroquiales. Al ofertorio se presentarán el Crisma que se utiliza en los sacramentos del bautismo, confirmación y orden sacerdotal, así como el óleo de los enfermos y el óleo de los catecúmenos. Estos óleos, que harán presente la fuerza sacramental del misterio de Cristo en nuestra comunidad parroquial a lo largo de todo el año, fueron consagrados y bendecidos por el señor obispo en la Misa Crismal del Martes Santo.
Al término de la celebración se llevará hasta el Monumento la eucaristía que comulgaríamos el Viernes Santo. Esa reserva es manifestación del amor de Dios y voluntad de permanecer siempre con nosotros.