Decía San Josemaría: “En la alegría ningún día sin la cruz”. Estas palabras bien pueden servir para ilustrar la tristeza con la que se encontraron los feligreses de San Martín de Dorneda esta mañana cuando acudían al templo para asistir a la Santa Misa.
Si ayer disfrutábamos de las fiestas en honor de Nuestra Señora del Rosario, recuperada tras varios años sin celebrarse, esta mañana nos despertamos con que los amigos de lo ajeno. El ladrón o ladrones empotraron un vehículo contra la puerta para reventar la cerradura y acceder al interior de templo donde se han apropiado de un diversos candelabros, cruces, acetre, naveta y diversos objetos de culto. Asimismo, se hicieron con dinero en efectivo procedente de los cepillos y del lampadario.
A su paso estropearon los objetos que se fueron encontrando por el camino vaciando cajoneras y armarios.
Nuestra parroquia se suma a la larga lista de templos de nuestro entorno que han sido asaltados en las últimas semanas. Confiemos en que el/los asaltantes también aprovecharan la “visita” para pedir ayuda al Señor para que no tengan que volver a delinquir y puedan salir adelante. Por nuestra parte pedimos a Dios por ellos para que la próxima vez que se acerquen a una Iglesia sea solamente para rezar.