Nuestra parroquia está en constante mantenimiento puesto que el edificio lo requiere.
Hoy queremos presentar la última de las actuaciones realizadas sobre la Iglesia nueva de Santa Cruz y que viene a completar las ya finalizadas estas últimas semanas: nueva iluminación del templo, la reposición de vidrieras y la rehabilitación de la Capilla del Santísimo. Se trata de una nueva sacristía para diario.
Durante los meses de octubre y noviembre hemos estado trabajando en diferentes labores en la zona de capilla y nueva sacristía, concretamente, en los tejados y cristaleras de la Capilla que estaban generando problemas de humedades.
Ahora hemos reformado completamente un espacio junto a la capilla del Santísimo que estaba desaprovechado para transformarlo en una pequeña sacristía “de diario” mediante la dotación de nuevos armarios, colocación de más espacios, y encimera en una cajonera extraíble para poder guardar la ropa litúrgica.
Realmente era una necesidad para la iglesia, ya que, a pesar de la grandiosidad del templo -el presbiterio, la nave, las capillas de Bautismo y de la Penitencia o la que alberga el Sagrario- el espacio para equipamientos era muy reducido.
La Sacristía principal se encuentra en un deficiente estado de conservación debido a las filtraciones de agua que llevamos sufriendo en el templo desde hace dos años. Y aunque ya está en proyecto la construcción de una nueva que acoja una pequeña pero importante muestra de objetos sagrados que la convertirá al mismo tiempo en un espacio expositivo, esta debe esperar a que finalicen las obras de reforma del techo de la Iglesia y los locales parroquiales.
Se completará esta actuación con la restauración de la puerta que original que da paso desde la sacristía hacia la Capilla del Santísimo y que permite entrar y salir de ella sin interrumpir la celebración litúrgica.