Igual que cuidamos nuestra salud física, un retiro espiritual está pensado para darle un ‘respiro’ al alma, dedicando el tiempo necesario a la búsqueda del equilibrio interior que consiga aportar paz, bienestar y, en definitiva, felicidad en el amplio y profundo sentido de esta palabra.
El ritmo de vida actual, el trabajo, el estrés, los problemas económicos o familiares… llega un momento en el que una persona puede verse sobrepasada por sus circunstancias y sentir que algo no va bien, aunque no sepa exactamente el qué.
Un retiro espiritual implica desconectar con el día a día. En ocasiones se puede ir a algún lugar tranquilo que permita el contacto con la naturaleza y que haga posible la introspección, es decir, la mirada interior que haga posible atender las necesidades del espíritu, generalmente relegadas a un segundo plano o directamente olvidadas, pero tan importantes como las físicas.
Pero esto no siempre es posible por lo que la parroquia ofrece cada mes un día de retiro simplemente para centrarse en la propia persona y en su conexión con Dios.
Esta práctica espiritual es algo común en la Iglesia desde los primeros siglos: siempre que una persona buscaba prepararse para una misión, o, simplemente, notaba la urgencia de corresponder con mayor entrega a los toques de la gracia, procuraba intensificar su trato con el Señor.
Este miércoles a las 19:45 hh. celebraremos el
primer retiro del año, destinado a mujeres, que sin duda puede ayudar a “planificar” espiritualmente recién estrenado para crecer en intimidad con el Señor.
Día: Miércoles
Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Hora: 19:45 hh.