El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió la liturgia en apoyo a la inmensa labor que realizan las religiosas en el centro Lar a Mercé con menores en desamparo
El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidía en las últimas horas la misa en honor a las tres religiosas que conforman actualmente la comunidad de las Hermanas Mercedarias de la Caridad que celebraron el pasado 10 de enero el 50 aniversario de su llegada a Santa Cruz, en Oleiros. Desde entonces, desde aquel lejano 1973 han realizado una «encomiable» labor como destacaba Barrio, a favor de los menores desfavorecidos.
También ha querido acompañarlas su superiora a nivel nacional, sor Julia Tajuelo quién ha destacado que a pesar de las dificultades las religiosas, con ayuda actualmente de seglares, han conseguido mantener esta labor durante 50 años
A la misa han asistido las tres mercedarias: la superiora, Florentina Rodríguez y las hermanas María Olvido López y Natividad García.
Entrevista a Natividad García
El anfitrión de este homenaje ha sido el párroco de la iglesia nueva de Santa Cruz, José Carlos Alonso
Entrevista padre Alonso, párroco de la iglesia nueva de Santa Cruz
Una iglesia que se ha quedado pequeña para acoger a los numerosos feligreses que quisieron arropar a sus religiosas y agradecerles la labor que realizan.
Los más pequeños también han sido protagonistas de esta misa, sobre todo, al ser llamados a escuchar la homilía del arzobispo de Santiago a sus pies, en el altar. Una homilía que don Julián Barrio ha centrado en resaltar la generosidad y la «caridad» de las religiosas y en la necesidad de confiar en los que «ayudan, porque quién no ha necesitado ayuda» ha preguntado monseñor Barrio
Fueron cuatro las religiosas que llegaron a Oleiros en 1973, llegaron a ser nueve, y en la actualidad quedan tres que con la ayuda de seglares continúan con la labor que comenzó hace 50 años de atender a menores en situación de desamparo o riesgo pero también a mujeres maltratadas o atender a discapacitados entre otros muchos servicios. Una orden que sigue el legado del padre Zegrí como así destacaba su superiora, sor Julia Tajuelo
Intervención sor Julia
No han faltado los obsequios a las tres religiosas con la entrega de unas rosas rojas que como aseguraba el padre Alonso reflejan los dulces momentos de la labor de estos 50 años pero también «las espinas, las dificultades» que también las ha habido
Intervención padre Alonso obsequio Hermanas Mercedarias