“Acompañar a Cristo en el Camino de la Cruz, (…), da la oportunidad para asistir al prodigioso duelo entre la vida y la muerte, descubriendo cómo los hilos del bien se entretejen inevitablemente con los hilos del mal.” Papa Francisco.
¿En qué consiste el Vía Crucis?
Esta devoción está centrada en los Misterios Dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio de Pilatos al Calvario, representa el recorrido de Jesús que nos redimió con su Santa Cruz.
La expresión latina «Vía Crucis» significa «camino de la Cruz». Es importante intensificar la oración en Cuaresma.
Consta de 14 estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o episodio de la Pasión. A veces, se añade una decimoquinta, dedicada a la Resurrección de Cristo.
En su práctica, las estaciones tienen un núcleo central que es la meditación y contemplación de uno de estos momentos.
Puede seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o una meditación silenciosa.
Este núcleo suele ir precedido y seguido de diversas preces y oraciones, según las costumbres y tradiciones de las diferentes regiones o comunidades eclesiales.
Las quince estaciones son las siguientes:
1. Jesús es condenado a muerte.
2. Jesús carga con la Cruz.
3. Jesús cae por primera vez.
4. Jesús encuentra a María, su Santísima Madre.
5. Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús.
6. La Verónica enjuga el rostro de Jesús.
7. Jesús cae por segunda vez.
8. Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.
9. Jesús cae por tercera vez.
10. Jesús es despojado de sus vestiduras.
11. Jesús es clavado en la Cruz.
12. Jesús muere en la Cruz.
13. Jesús en brazos de su Madre.
14. Jesús es sepultado.
15. Y al tercer día resucitó.
“La cruz es el árbol de la vida. Es la fuente de toda alegría y de toda paz. Fue el único modo por el que Jesús alcanzó la resurrección y el triunfo. Es el único modo por el que nosotros participamos en su vida, ahora y para siempre.
En el centro de vuestra vida actual está la cruz. Muchos huyen de ella. Pero quien pretende escapar de la cruz no encuentra la verdadera alegría. Los jóvenes no pueden ser fuertes ni los adultos permanecer fieles si no han aprendido a aceptar una cruz.
La cruz con Cristo es la gran revelación del significado del dolor y del valor que tiene en la vida y en la historia. El que comprende la cruz, el que la abraza, comienza un camino muy dis- tinto del camino del proceso y de la contesta- ción a Dios: encuentra, más bien, en la cruz, el motivo de una nueva senda de ascensión a Él por la senda de Cristo, que es precisamente el via crucis, el camino de la cruz”. (S Juan Pablo II)