La palabra “retiro” hace referencia a recogerse, retirarse de la vida cotidiana y rezar, hacer oración y meditar sobre algún aspecto de la vida cristiana. Se trata de una actividad “del espíritu”. También cuando se trata de varios días suelen llamarse “ejercicios espirituales” o “curso de retiro”. Predomina el silencio, la oración y el examen.
La práctica de desconectarse del mundo para descansar y concentrarnos en nuestra relación con Dios es antigua. Pocos católicos de hoy en día negarían que el agitado ritmo de la vida con frecuencia desvía la atención de esas cosas que albergan en sí más valor. Los retiros son una oportunidad de invitar a individuos y comunidades a “tomar distancia”, descansar y reconectarse con el Dios que los ama y les llama por su nombre.
Una vez al mes tenemos en la parroquia un retiro espiritual (para varones o mujeres), para facilitar a los feligreses ese medio tradicional en la Iglesia para mejorar en la vida cristiana. Comienza con un audiovisual al que sigue una lectura (hecha por uno de los asistentes ) de unos puntos de examen que facilitan los propósitos.
Continua con una meditación predicada por un sacerdote en la capilla de la parroquia. Unos minutos para realizar el Examen y para finalizar otra meditación predicada por el sacerdote que termina en una Bendición con el Santísimo.
La experiencia de todos estos años nos han demostrado ser eventos gratificantes y oportunidades para crecer en relación con Dios y el uno con el otro.
¡Te esperamos!