Quiero expresar mi más profunda gratitud a los miles de fieles que se unieron a nosotros en la Romería de Santa Maria de la Cabeza, un evento que fortaleció nuestros lazos espirituales y comunitarios. Quiero extender un agradecimiento especial a la dedicada comisión de fiestas, así como a nuestros valiosos colaboradores y seminaritas, cuyo esfuerzo incansable hizo que esta celebración fuera posible.
La Romería de Santa Maria de la Cabeza es un momento especial en nuestro calendario religioso y comunitario. Reúne a personas de todas las edades y procedencias en un espíritu de devoción y camaradería. Cada año, esta peregrinación nos brinda la oportunidad de renovar nuestra fe y sentirnos más cerca de Santa Maria de la Cabeza.
La dedicación y el compromiso de la comisión de fiestas son invaluables. Organizar un evento de esta envergadura -en lo que al aspecto lúdico festivo se refiere- requiere un esfuerzo considerable, y su arduo trabajo no pasa desapercibido. Además no puedo, ni quiero, dejar de agradecer a todos los colaboradores que contribuyeron con su tiempo y recursos para que la Romería fuera un éxito con la entrega de su trabajo y tiempo atendiendo a todos los romeros. También una mención especial a la Agrupación Artística Semente Nova que, con su buen hacer, participó en la Misa Solemne
Nuestros seminaritas, quienes representan el futuro de nuestra comunidad religiosa, también desempeñaron un papel fundamental en esta Romería. Su entusiasmo y compromiso son un testimonio de la vitalidad de nuestra fe.
En última instancia, la Romería de Santa Maria de la Cabeza no sería posible sin la participación y el apoyo de todos los fieles. Cada uno de los que acudieron contribuyeron de manera significativa a la belleza y el significado de este evento.
En nombre de nuestra comunidad y el mío propio quiero agradecer a todos por su devoción y su contribución a la Romería de Santa Maria de la Cabeza. Que esta celebración continúe fortaleciendo nuestra fe y nuestra unidad en los años venideros.
Muchísimas gracias