En la mañana de ayer, en un templo abarrotado de fieles, se celebró una Misa en honor de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela.
La Iglesia nueva de Santa Cruz acogía esta celebración que ha entrado como miembro de pleno derecho en el calendario de las grandes fiestas de la parroquia. La comunidad venezolana en nuestra comarca, que ha crecido en los últimos años debido a la diáspora causada por la situación en Venezuela, se unió en un espíritu de solidaridad y devoción a la Virgen de Coromoto.
Fieles engalanados con traje regional y con eslóganes alusivos a su condición de “retornado” procesionaron su imagen hasta el altar donde permanecería durante toda la Misa mientras la Coral de Mera solemnizaba la ceremonia.
Las lecturas, la oración de los fieles y las ofrendas que forman parte de la liturgia de la celebración estuvieron a cargo de los miembros de esta comunidad y que al término de la celebración obsequiaron a los presentes con un sencillo escapulario de la Virgen.
Una sorpresa tenían preparada para este día pues a lo largo de los últimos meses han fundado un pequeño coro que ofreció un sencillo concierto cuyo repertorios contenía canciones populares de Galicia y Venezuela
La Virgen se apareció dos veces al cacique Coromoto, un indígena que vivía en la región de Guanare, para invitarlo a convertirse al cristianismo y bautizarse. La segunda vez, la Virgen le dejó una pequeña imagen en su mano, que es la reliquia más antigua y venerada de América Latina. La imagen mide solo 2,5 centímetros de alto por 2 centímetros de ancho, y se conserva en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, donde miles de peregrinos acuden cada año a rendirle homenaje.
La fiesta de la Virgen de Coromoto se celebra tres veces al año: el 2 de febrero, el 8 de septiembre y el 11 de septiembre. El 2 de febrero se conmemora el día en que el Papa Pío XII la declaró patrona de Venezuela, en 1944. El 8 de septiembre se recuerda la primera aparición de la Virgen al cacique Coromoto, en 1651. Y el 11 de septiembre se celebra la segunda aparición y el milagro de la imagen, en 1652.
Desde hace quince años en Santa Cruz se viene celebrando el último fin de semana de septiembre, aunque en esta ocasión, al coincidir con la celebración de la Virgen de la Merced, patrona de la Mercedarias de la Caridad que residen en nuestra parroquia, la hemos trasladado al 1 de octubre.