Caritas es una organización dedicada al combate de la pobreza, de la exclusión, de la intolerancia y de la discriminación. Habilita a los pobres a participar en los asuntos que afectan directamente sus vidas, además intercede por ellos en los foros tanto nacionales como internacionales. Caritas es ante todo la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica, es decir, la expresión del servicio de la Caridad de la comunidad cristiana, inspirado en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.
Ya el Papa Juan Pablo II en 1979, en una Asamblea General de Caritas Internacional decía: «Es de capital importancia que los cristianos testimonien la caridad solidariamente, que sus corazones sean formados en ella y que sus deseos de acción caritativa sean esclarecidos, que sus iniciativas sean coordinadas… éste es el papel de las asociaciones caritativas en la Iglesia y especialmente de Caritas».
La Cáritas Parroquial es un organismo, presidido por el párroco, que tiene como finalidad animar, coordinar y promover el testimonio de la caridad en la vida de los miembros de la comunidad. Su función es prevalentemente pedagógica.
Los objetivos de una Cáritas Parroquial son muchos y variados pero destaca su labor pedagógica y formativa. Se trata de ayudar a toda la comunidad parroquial a poner la caridad en el centro del testimonio cristiano en los pobres concretos que son parte de la comunidad.
También es un observatorio permanente de la vida de la gente radicada en un territorio concreto, especialmente de los pobres: Saber dónde están, quiénes son, cuáles son sus necesidades. No se trata de una mera clasificación de necesidades sociales, sino de un esfuerzo de comprender a los más necesitados. En nuestra diócesis un domingo al mes, se organizan una colecta con gestos y signos de participación solidaria para apoyar las necesidades que atienden las Cáritas
Pero una Caritas no es nada sin los voluntarios, personas que estén dispuestas a participar con su talento y capacidades, así como con su tiempo, en propuestas fraternas y promocionales, miembros de la misma Parroquia o personas de buena voluntad.
La Cáritas Parroquial es sobre todo en este sentido, un espacio en donde las personas voluntarias encuentren cómo encauzar sus inquietudes y posibilidades.
Son muchas las labores que realizan: reparto de alimentos, ayudas a la vivienda, asesoramiento jurídico, gabinete psicológico, tramitación de ayudas, búsqueda de empleo, asistencia socio-sanitaria, y un largo etcétera.
Estas ayudas son ofrecidas sin tener en cuenta la confesión, raza, género o etnia de los beneficiarios. La misión de Caritas es resultado de la doctrina social de la Iglesia, centrando sus actividades en la dignidad de la persona humana. Cada martes y miércoles esta labor se hace visible pues dedican por entero estas jornadas a preparan los alimentos que habrán de ser repartidos a casi cien familias de las parroquias que atendemos. Pero el trabajo es diario: expedientes, búsqueda de alimentos, acompañamientos, etc…
De entre todas las funciones que realizan los voluntarios de Cáritas destaca la de Acogida. Su importancia estriba en que son un espacio de escucha, atención, orientación, información y apoyo a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Es la puerta de entrada de las familias vulnerables, a quienes se les escucha, atiende, orienta e informa.
Invitamos a todos aquellos que tengan inquietud por ayudar y servir a los demás se unan al nutrido grupo de colaboradores pues todas las manos son pocas cuando se trata de trabajar en pro de los más desfavorecidos.