“Es Pascua y todo se ha hecho nuevo en Cristo Resucitado”
Cuando el sol de la mañana de Pascua rompe la noche, cuando los sepulcros han sido quebrantados y la muerte ha sido vencida, ha llegado el tiempo de Pascua.
Es el Tiempo de la Vida, el triunfo de la vida sobre la muerte, es Cristo Resucitado. Es la alegría de la Pascua del Nuevo Tiempo, de la primavera en los corazones, porque es el Tiempo Nuevo, de Aquel que resucitado una vez más quiere resucitar la vida de cada uno de nosotros.
Por eso os invito a que, con esa luz del sol, ese sol que es Cristo, el sol de justicia, el sol que ha vencido a la sombra, en ese gozo que trae siempre la vida nueva de Cristo Resucitado, que alboree también en la vida de cada uno de vosotros, de vuestras comunidades, lo nuevo, que alboree la vida de cada uno de vosotros, Aquel Resucitado, que una vez más nos dice que la muerte ha sido vencida.
Cristo ha resucitado, que resucite la vida de todos vosotros, es un Tiempo Nuevo, porque la Pascua siempre novedad en nuestras vidas, es la novedad de Cristo Resucitado, que quiere ser luz en el corazón de cada uno de vosotros, de vuestras familias, de vuestras Parroquias, de toda nuestra Iglesia de diocesana, de toda la Iglesia, de toda la humanidad, porque el corazón de la Pascua es vida en el corazón de los hombres. Es un Tiempo Nuevo, celebrémoslo, gocémoslo, anunciemos, proclamemos a Cristo Resucitado, Aquel que en el camino de la vida una vez más nos dice que está entre nosotros y nos pone en camino para que seamos testigos de la Vida, testigos de la Luz, testigos del Tiempo Nuevo. Es Pascua y todo se ha hecho nuevo en Cristo Resucitado.