El viernes 10 de mayo un grupo de jóvenes y adultos recibió el sacramento de la Confirmación, recibiendo al Espíritu Santo y dando un paso de madurez en su formación cristiana, en una celebración verdaderamente viva, acompañados no solo por jóvenes de su edad, sino por toda la comunidad parroquial, sus familias y los catequistas que les han guiado durante estos años de preparación.
Muchas veces hemos oido decir que la confirmación es el sacramento por el cual los obispos imponen las manos a los jóvenes para despedir los de la iglesia. Pero nosotros no creemos que sea así.
En estos tiempos, que haya personas que se sientan llamadas a seguir a Dios es un motivo para celebrar, Por eso, te damos gracias, Señor, por tu amor infinito y tu llamada a las nuevas generaciones del mundo. Gracias a todo ello, niños y jóvenes han dicho en estas semanas “Aquí estoy, Señor” en los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación, para propagar tu palabra y compartir tu espíritu redentor allí donde le lleven sus pasos. Ojalá sus manos construyan tu proyecto y su voz hable por Ti.
Los jóvenes son nacidos en este tiempo particular de la historia del mundo para un propósito sumamente sagrado. ¿Cuál es su identidad? ¿Cuál es su propósito? ¿Cuál es su destino? ¿Qué modo de vida escogerán? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Qué decisiones han de tomar en la vida? ¿Con quién decidirán relacionarse? ¿Escogerán la libertad o el cautiverio? ¿A quién decidirán seguir, al Señor o las filosofías de los hombres? ¿En quién pondrán su confianza?
Las influencias que continuamente bombardean a los jóvenes, les podrían hacer olvidar quiénes son en realidad y hacia dónde van; presentarles espejismos que parecen reales, pero que no lo son, son nada más una ilusión temporal.
Por ello debemos orar por los jóvenes para que no se dejen fascinar por lo que perciben sus sentidos porque no tienen consistencia, todo es caduco y efímero, solo Dios permanece.
Te damos gracias, Señor, en definitiva, por su “Sí” entregado y sincero, para que retumbe por siempre en su interior y recuerden estos días como aquellos que les llevaron a seguirte y a dejarse amar por Ti.